“Nuestros amados demonios”

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En el vasto camino  entre  el deseo  y la frustración, todas aquellas cosas que amamos y  a su vez podemos llegar a odiar, deambular  a través de acciones que producirán ese momentáneo  placer y la acumulación de estos instantes que se vuelven eternos  a lo largo de este camino, esta necesidad imperativa que tiene el  ser humano de buscar anestesiar la voluntad.

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